Adolf Loos (1)



Adolf Loos, pionero del movimiento moderno que preconizaba la desornamentación y la ruptura con el historicismo, siendo considerado uno de los precursores del racionalismo arquitectónico. A raíz de sus postulados, polemizó con los modernistas, que formaban la denominada Secesión de Viena y que sostenían un punto de vista antagónico de la arquitectura. Estuvo en contacto con las vanguardias artísticas europeas de la época, como Schönberg, Kokoschka y Tristan Tzara. También gustó de escribir artículos de opinión (era muy duro con sus críticas): Ornamento y delito (1910)3 y Arquitectura (1910).

Reglas para quien construya en las montañas.

"No pienses en el tejado, sino en la lluvia y en la nieve. Así piensa el campesino, y por ello construye en las montañas"...

No construyas pintoresco. Deja tal efecto para los muros, las montañas y el sol. El hombre que se viste pintoresco no es pintoresco, sino un payaso. El campesino no viste de manera pintoresca, sino que lo es. Construye tan bien como puedas. No mejor. No te vanaglories. Y no peor. No te rebajes con intención a un nivel más bajo del que fuiste colocado por tu nacimiento y educación. Incluso cuando vayas a las montañas. Habla con los campesinos en tu lengua. El abogado vienés que habla con el campesino en el dialecto del picapedrero tiene que desaparecer. Fíjate en las formas en las que construye el campesino. Pues son la sustancia acumulada de la sabiduría de los antepasados. Pero busca el porque de la forma. Si los adelantos de la técnica han hecho posible mejorar esa forma, empléese siempre esa mejora. La hoz es sustituida por la trilladora. La llanura necesita una estructuración arquitectónica vertical; la montaña una horizontal. La obra humana no debe competir con la obra de Dios. El Habsburgwarte estorba en la cadena del Wienerwald, pero el Husarentempel encaja armónicamente. No pienses en el tejado, sino en la lluvia y en la nieve. Así piensa el campesino, y por ello construye en las montañas el tejado más plano que le es posible según sus conocimientos técnicos. En las montañas la nieve no debe deslizarse cuando ella quiere, sino cuando el campesino quiera. El campesino por lo tanto tiene que poder escalar el tejado sin peligro para su vida, para poder quitar la nieve. También nosotros tenemos que construir el tejado más plano que, según nuestra experiencia técnica, nos sea posible. ¡Sé veraz! La naturaleza solo se vincula con la verdad. Vive en buena armonía con puentes de hierro entramados, pero a los arcos góticos con torres de puentes y saeteras los rechaza. No temas de ser tachado de inmoderno. Solo se permiten cambios en la antigua manera de construir si representan una mejora, si no, quédate con lo antiguo. Pues la verdad, aunque tenga cientos de años, tiene mas relación íntima con nosotros que la mentira que avanza a nuestro lado.

Texto publicado en Opel, Adolf; Quetglas, Joseph (eds.), Adolf Loos: Escritos II. 1910-1931
El croquis Editorial, Madrid, 1993. Traducción: Alberto Estévez.


Ornamento y Delito

El ornamento es fuerza de trabajo desperdiciada y por ello salud desperdiciada. Así fue siempre. Hoy significa, además, material desperdiciado y ambas cosas significan capital desperdiciado. Como el ornamento ya no pertenece orgánicamente a nuestra civilización, tampoco es ya expresión de ella. El ornamento que se crea hoy ya no tiene ninguna relación con nosotros ni con nada humano; es decir, no tiene relación alguna con la actual ordenación del mundo. No es capaz de evolucionar.

1910

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